Lentejas estofadas

¡Hola!

Con esto de la crisis, y con querer ahorrar algunos euros, a veces me da el arrebato y decido llevarme la comida al trabajo, aunque me dé infinita pereza ponerme a cocinar a las nueve de la noche.
El otro día, pensando qué hacer para el día siguiente, me acordé de las lentejas que un día me explicó mi madre, y que hacía tanto tiempo que no preparaba. Una comida sana (más o menos XD), riquísima, y sobre todo, muy sencillita de hacer.
La verdad es que no tienen mayor secreto, se mezcla todo en la olla, se tapa, se pone al fuego, se aparta, se sirve, ¡y a disfrutar!

Ingredientes para 2 personas

  • Un vaso de lentejas. No es necesario que estén precocidas.
  • 3 vasos de agua.
  • Un pimiento verde.
  • Una cebolla grandecita.
  • Dos tomates maduros.
  • Chorizo.
  • Una hoja de laurel.
  • Un chupito y medio de aceite de oliva.
  • Un puñado de sal.
  • Una cucharadita de pimienta negra molida.
  • Un par de clavos de especia.
  • Una cucharada sopera de pimentón dulce.

Preparación:

  1. Vertemos el vaso de lentejas en un colador y las lavamos.
  2. Las echamos en una olla a presión juntamente con los 3 vasos de agua.
  3. Pelamos y picamos la cebolla, echándola a la olla.
  4. Troceamos los tomates, descabezamos el pimiento quitándole las semillas y añadimos a la olla ambos vegetales.
  5. Echamos asimismo las especias, el laurel, el aceite y los trozos de chorizo que deseemos. En este caso, eché medio chorizo de embutido, no de los crudos, aunque en casa siempre usábamos de éste último y quedaba de vicio.
  6. Tapamos bien la olla y la ponemos unos 10 minutos a fuego máximo. cuando oigamos el ruido de la válvula que empieza a echar vapor, reducimos el fuego y la dejamos una media hora.
  7. Pasada la media hora, retiramos del fuego, dejamos que salga todo el vapor con cuidado de no quemarnos y ya podemos servir. Si no nos gustan los tomates o el pimiento, siempre podemos sacarlos con una cuchara o similar, aunque sin ver dónde están los trocitos puede ser complicado.

A estas lentejas se le pueden echar más cosas: zanahoria, morcilla, panceta… Al gusto del consumidor. Como yo las pongo aquí es como las solía hacer mi madre en casa. Siempre que las hago me acuerdo de cuando volvía del colegio, llegaba a casa y decía: ¡Jo, mamá! ¿Otra vez lentejas? 🙂

La verdad es que es una receta sencilla pero muy rica, además de sana, vaaale, exceptuando el chorizo 😉 pero ahora que estamos en primavera y a veces nos puede dar algo de astenia, qué mejor que una buena dosis de hierro para contrarrestarla.

¡espero que os guste!

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